Daniel Esgardo Rangel Barón: Pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular podrían recuperar la movilidad gracias a un zapato terapéutico
En la Universidad
del Sur de Florida en Estados Unidos científicos
presentaron el dispositivo “iStride”, un zapato terapéutico diseñado para mejorar
la recuperación de la movilidad en los pacientes que han
sufrido un accidente cerebrovascular.
Cuando ocurre un ACV, las personas experimentan debilidad muscular o parálisis parcial en un lado del cuerpo, afectando la forma en que caminan, lo que se conoce como marcha. La asimetría de la marcha se asocia con un equilibrio deficiente, una causa importante de problemas degenerativos que hacen que el individuo sea más susceptible a caídas y lesiones.
“iStride” está atado sobre
el zapato de la pierna buena y genera un movimiento hacia
atrás, exagerando el paso, lo que dificulta caminar mientras se usa el zapato.
Sin embargo, este movimiento incómodo fortalece la pierna afectada por el
accidente cerebrovascular, lo que permite que la marcha se vuelva más simétrica
una vez que se quita el zapato.
Kyle Reed desarrollador y profesor asociado de ingeniería mecánica en la Casa de Estudio, explicó que el movimiento hacia atrás del zapato se genera pasivamente al redirigir la fuerza hacia abajo del usuario durante la fase de postura. Dado que el movimiento es generado por la fuerza del usuario, la persona tiene el control, lo que permite una adaptación más fácil.
Kyle Reed desarrollador y profesor asociado de ingeniería mecánica en la Casa de Estudio, explicó que el movimiento hacia atrás del zapato se genera pasivamente al redirigir la fuerza hacia abajo del usuario durante la fase de postura. Dado que el movimiento es generado por la fuerza del usuario, la persona tiene el control, lo que permite una adaptación más fácil.
"A diferencia de
muchos de los dispositivos de rehabilitación de la marcha existentes, este
dispositivo es pasivo, portátil, portátil y no requiere energía externa",
añadió.
El ensayo del calzado incluyó a seis personas de entre 57 y 74 años de edad que sufrieron un derrame cerebral al menos un año antes del estudio, y todos tenían una asimetría lo suficientemente grande como para afectar a su capacidad para caminar.
El ensayo del calzado incluyó a seis personas de entre 57 y 74 años de edad que sufrieron un derrame cerebral al menos un año antes del estudio, y todos tenían una asimetría lo suficientemente grande como para afectar a su capacidad para caminar.
Cada uno recibió doce
sesiones de entrenamiento de marcha de 30 minutos durante cuatro semanas. Con
la orientación de un fisioterapeuta, la simetría de la marcha de los pacientes
y la marcha funcional se midieron utilizando el sistema ProtoKinetics Zeno
Walkway.
Tras probar el dispositivo,
todos los participantes mejoraron la simetría y la velocidad
de su marcha, lo que incluía el tiempo que les tomaba partir de una
posición sentada y caminar, así como el tiempo en caminar a un lugar específico
y la distancia recorrida en seis minutos.
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